Osteocondrosis de la columna cervical.

osteocondrosis cervical

La osteocondrosis cervical es una enfermedad crónica causada por cambios degenerativos en los discos intervertebrales del cuello. A medida que avanza la enfermedad, las estructuras circundantes se involucran en el proceso patológico, lo que provoca el desarrollo de una serie de síntomas desagradables. El tratamiento de la enfermedad es complejo, conservador e incluye la toma de medicamentos y métodos no farmacológicos.

Causas

Se desconocen las razones exactas. La teoría de que el desarrollo de la enfermedad está asociado a cambios relacionados con la edad no ha sido confirmada, ya que hoy en día esta patología se diagnostica incluso en adolescentes.

Los factores que pueden desencadenar el desarrollo de la enfermedad incluyen:

  • baja actividad física, estilo de vida sedentario;
  • lesiones mecánicas del cuello;
  • trabajo sedentario con alta carga estática en la columna cervical;
  • colchones y almohadas incómodos;
  • obesidad;
  • trastornos circulatorios;
  • escoliosis y otros defectos posturales;
  • displasia del tejido conectivo;
  • desordenes metabólicos.

Síndromes y síntomas.

síntomas de osteocondrosis cervical

Los síntomas de la osteocondrosis cervical no aparecen de inmediato. Durante mucho tiempo, la enfermedad puede desarrollarse de forma asintomática o disfrazarse de otras patologías. Los signos más comunes de osteocondrosis cervical son:

  • tinnitus: generalmente ocurre al cambiar de posición después de una larga estancia en una posición estacionaria;
  • mareos: el paciente siente periódicamente como si los objetos comenzaran a girar frente a sus ojos;
  • dolor en el cuello, nuca: la intensidad del dolor depende del grado de cambios patológicos;
  • sensación de falta de aire: el paciente no puede respirar profundamente;
  • discapacidad visual: ocurre en etapas posteriores;
  • náuseas, vómitos: también se asocian con un suministro deficiente de sangre a ciertas partes del cerebro debido a la compresión de arterias clave por discos deformados;
  • dolor de garganta, garganta seca, sensación de cuerpo extraño;
  • cambios de presión que no están bien controlados por los medicamentos;
  • entumecimiento de los dedos;
  • dolor de hombro.

Además de los signos clínicos generales, se distinguen varios síndromes característicos:

Vertebrales:

  • dolor al girar el cuello;
  • movilidad reducida;
  • Las radiografías muestran signos de daño a las vértebras y los discos.

Cardíaco:

  • ardor y dolor en el pecho;
  • aumento de la fatiga, debilidad sin causa;
  • taquicardia.

Arteria vertebral. Este síndrome se produce como resultado del estrechamiento de la arteria vertebral, que suministra sangre al cerebro. Se manifiesta por tinnitus, mareos y visión borrosa.

Koreshkovy. Ocurre debido al pellizco o compresión de las raíces nerviosas que salen de la columna cervical.

Etapas

Etapas de la enfermedad:

  1. El paciente siente una ligera molestia en la zona del cuello. Los discos intervertebrales empiezan a perder estabilidad.
  2. Aparece el dolor. Los discos se deforman, comienza la destrucción del anillo fibroso y las vértebras se acercan entre sí.
  3. Los movimientos del cuello son limitados. Al girar la cabeza, pueden producirse náuseas y mareos. La falta constante de sangre en el cerebro provoca síntomas como letargo, debilidad, disminución del rendimiento y fatiga. Los discos se vuelven más delgados, las vértebras comienzan a frotarse entre sí, el anillo fibroso se destruye y se forman hernias intervertebrales.
  4. La zona del cuello queda inmovilizada y el suministro de sangre al cerebro se interrumpe por completo. Para corregir esta condición, el paciente debe tomar constantemente medicamentos especiales. Las vértebras comienzan a fusionarse.

Diagnóstico

diagnóstico de osteocondrosis cervical

El diagnóstico puede resultar difícil debido al cuadro clínico inespecífico y a la amplia variabilidad de los posibles síntomas. El paciente puede necesitar la ayuda de varios especialistas (cirujano, neurólogo, cardiólogo, vertebrólogo, ortopedista y otros) a la vez.

En la cita, el médico escucha las quejas del paciente, recopila una anamnesis, realiza un examen y hace un diagnóstico preliminar.

Para confirmarlo se puede prescribir lo siguiente:

  • análisis de sangre;
  • La resonancia magnética del cuello le permite identificar cambios patológicos incluso en la etapa inicial de la enfermedad, cuando las manifestaciones clínicas aún no son demasiado pronunciadas; con la ayuda de este estudio puede evaluar el estado actual de las vértebras y los discos, identificar presencia de deformaciones, osteofitos, compresión de nervios y vasos sanguíneos;
  • Dopplerografía de las arterias cervicales: le permite evaluar el grado de compresión y daño a los vasos sanguíneos, la velocidad del flujo sanguíneo;
  • mielografía con contraste: le permite identificar nervios pinzados;
  • ECG: realizado para diagnóstico diferencial con enfermedades cardiovasculares.

Tratamiento

La terapia con medicamentos incluye tomar los siguientes grupos de medicamentos:

  1. AINE. Alivia eficazmente la inflamación, el dolor y la hinchazón. Estos son medios de terapia sintomática que no afectan las causas de la enfermedad. Los AINE se pueden utilizar en ciclos cortos de 10 a 14 días.
  2. Angioprotectores, medios para acelerar el flujo sanguíneo. Mejora la circulación cerebral, protege los vasos sanguíneos del daño.
  3. Glucocorticosteroides. Alivia eficazmente el dolor y la compresión nerviosa. Los medicamentos de este grupo tienen muchos efectos secundarios y solo deben tomarse según lo prescrito por un médico si los AINE y los analgésicos no ayudan.
  4. Condroprotectores. Mejora la salud de los discos intervertebrales, influyendo en las causas de la enfermedad. Inhiben la destrucción del tejido cartilaginoso y mejoran las propiedades de absorción de impactos de los discos.

El tratamiento no farmacológico puede incluir el uso de las siguientes técnicas:

  1. Terapia de ejercicio. El entrenamiento regular fortalece los músculos y alivia los espasmos. Se recomienda que las clases (al menos en la etapa inicial) se realicen bajo la guía de un especialista.
  2. Terapia manual. Los músculos del cuello espasmados son una de las principales causas de dolor en esta enfermedad. La terapia manual realizada correctamente ayuda a eliminar los espasmos, la compresión de los vasos sanguíneos y los nervios. Como resultado, mejora la nutrición de los discos, se normaliza la circulación cerebral y desaparece el dolor.
  3. Cinta de kinesio. La aplicación de cintas especiales relaja los músculos, alivia los espasmos, la hinchazón, la inflamación y al mismo tiempo mantiene la columna en una posición fisiológicamente correcta.
  4. Dispositivos ortopédicos. Para minimizar la carga sobre la columna cervical, se recomienda utilizar colchones y almohadas ortopédicas para dormir. Además, a algunos pacientes se les recomienda usar un dispositivo especial (collar de Schanz) que fija el cuello en la posición correcta.
  5. Masaje. Un remedio eficaz contra la forma cervical de la enfermedad. Alivia perfectamente la hinchazón, el dolor, la congestión, mejora la circulación sanguínea local y alivia los espasmos musculares. No masajee si tiene dolor agudo de cuello.
  6. Fisioterapia. Otra técnica eficaz. Las sesiones se llevan a cabo en cursos, varias veces al año. Esto le permite deshacerse de los síntomas desagradables, aliviar los espasmos musculares y ralentizar la progresión de la enfermedad. Para el tratamiento de la osteocondrosis cervical, se utilizan con mayor frecuencia la terapia con láser, la magnetoterapia, la mecanoterapia, la terapia de tracción, el hidromasaje, la UVT y la fangoterapia.

Si la terapia conservadora no da resultados y la enfermedad continúa progresando, se puede prescribir un tratamiento quirúrgico.

  • operaciones para extirpar hernias intervertebrales;
  • la extirpación del arco vertebral o de las apófisis espinosas conduce a la descompresión de las raíces de la médula espinal;
  • Extracción de parte del núcleo del disco para reparar una hernia.

La decisión sobre cómo tratar la enfermedad la toma el médico individualmente para cada paciente. La automedicación está prohibida y puede provocar una serie de complicaciones.

Complicaciones

complicaciones de la osteocondrosis cervical

Si se descuida la enfermedad, pueden desarrollarse las siguientes complicaciones:

  • VSD;
  • falta de oxígeno del cerebro;
  • hipertensión arterial;
  • visión borrosa, distrofia de retina;
  • espasmo respiratorio;
  • violación del acto de tragar debido a disfunción del esófago;
  • disfunción de la glándula tiroides;
  • calambres y entumecimiento de los músculos del cuello;
  • dolor crónico en la parte superior del cuerpo que no se alivia con analgésicos;
  • desequilibrios hormonales.

Prevención

Para minimizar el riesgo de desarrollar la enfermedad, se deben seguir las siguientes recomendaciones:

  • mantener la postura;
  • equipar adecuadamente el lugar de trabajo para que no se produzca tensión en el cuello;
  • Comida sana;
  • dejar de fumar y beber alcohol;
  • evitar lesiones en el cuello;
  • moverse más, hacer ejercicio;
  • no enfriar demasiado;
  • controlar el peso;
  • dormir sobre un colchón y una almohada ortopédicos especiales;
  • haga gimnasia con regularidad para evitar el desarrollo de congestión;
  • prevenir la curvatura de la columna;
  • someterse regularmente a cursos de masajes para mejorar el flujo sanguíneo y aliviar la congestión;
  • no se siente durante mucho tiempo en una posición con la cabeza inclinada hacia adelante;
  • Si siente molestias en la zona del cuello, es necesario concertar una cita con un especialista y someterse a un examen, esto ayudará a identificar posibles cambios en los discos en una fase temprana, lo que facilitará enormemente el tratamiento y mejorará el pronóstico.